5 mitos sobre la diabetes que hay que acabar ya
Para las personas diabéticas, uno de los aspectos más importantes para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de unos límites saludables es tomar decisiones nutricionales informadas. Hay mucha información ahí fuera, y puede ser difícil descifrar lo que es adecuado para ti y lo que deberías dejar atrás. Con el aumento de las dietas de moda, muchas personas se quedan sin saber en qué información confiar o dónde buscar apoyo. He aquí cinco de las ideas erróneas más comunes con las que me he topado como dietista, además de estrategias prácticas que puedes probar en su lugar.
Mito: Evitar los carbohidratos mejorará mi diabetes
No puedo decirte cuántas veces he tenido pacientes recién diagnosticados que me dicen que han eliminado todos los carbohidratos pensando que esto les ayudará a controlar su diabetes. Los hidratos de carbono tienen mala fama en lo que se refiere a la diabetes porque son los que provocan el mayor aumento de glucosa en sangre, pero en realidad son una parte importante de una dieta equilibrada. Los hidratos de carbono son una pieza del rompecabezas cuando se trata de equilibrar el azúcar en sangre y funcionan mejor cuando se combinan con proteínas, grasas y fibra. Los hidratos de carbono se convierten en glucosa para proporcionar energía a nuestro cuerpo, hasta el punto de que si no comemos hidratos de carbono, nuestro organismo emprende una complicada vía para fabricar glucosa a partir de otros nutrientes. Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía del organismo, y una eliminación completa de este macronutriente puede provocar fatiga, carencias de nutrientes y un desequilibrio en la dieta general. Además, un enfoque tan restrictivo suele ser difícil de mantener a largo plazo, ya que limita las opciones alimentarias y puede provocar sentimientos de privación y restricción. Tomando decisiones informadas e incorporando un equilibrio de hidratos de carbono complejos junto con proteínas, fibra y grasas, las personas con diabetes pueden lograr un equilibrio entre el control del azúcar en sangre y el mantenimiento de una forma de comer sostenible y agradable.
Mito: Las grasas no son saludables
Existe la creencia persistente de que las grasas, en general, deben eliminarse, especialmente para las personas con diabetes. Durante décadas, las grasas fueron vilipendiadas como culpables de diversos problemas de salud, y las dietas bajas en grasas ganaron popularidad. Esta perspectiva, sin embargo, ha evolucionado con un creciente conjunto de pruebas científicas que revelan el papel esencial que desempeñan las grasas en el organismo. Como dietista, me gusta educar en torno a los distintos tipos de grasas y cómo sería incorporarlas de forma equilibrada.
Las grasas son necesarias para el buen funcionamiento del organismo, sirven como fuente concentrada de energía y desempeñan un papel clave en la absorción de nutrientes. Grasas saludables, como las que se encuentran en los aguacates, frutos secos y aceite de oliva, contribuyen a la saciedad, ayudan a regular la producción hormonal y favorecen la absorción de vitaminas liposolubles como la A, D, E y K. Esto puede ser añadir aceite de oliva a tu cocina, comer frutos secos como tentempié o añadir chía o lino a tu batidos o postres. Es importante elegir con conocimiento de causa, incluyendo una variedad de grasas en cantidades equilibradas, en lugar de pensar que deben evitarse todas las grasas para una dieta sana.
Mito: No se permiten aperitivos
El mito de que los tentempiés no son aconsejables para las personas con diabetes pasa por alto las distintas funciones que pueden desempeñar los tentempiés bien planificados en el control de la glucemia. El picoteo estratégico puede ser en realidad una herramienta valiosa para mantener estables los niveles de azúcar en sangre a lo largo del día y puede ayudarte a sentirte más satisfecho. Los tentempiés pueden ayudar a evitar bajadas extremas de azúcar en sangre entre comidas, reduciendo el riesgo de hipoglucemia (azúcar bajo en sangre). Elegir tentempiés ricos en nutrientes que combinen hidratos de carbono con proteínas o grasas saludables puede proporcionar energía sostenida sin provocar picos rápidos en los niveles de azúcar en sangre. Además, incorporar tentempiés puede evitar comer en exceso durante las comidas principales, favoreciendo un mejor control glucémico general.
Mito: Las dietas restrictivas funcionan para la diabetes
Un escollo frecuente en el control de la diabetes es creer que un plan dietético genérico será eficaz para todo el mundo. En la era de ceto y ayuno intermitente, las dietas restrictivas han ganado una enorme popularidad, pero ¿es algo que debas hacer? Aparte de la posibilidad de que se produzcan carencias de nutrientes al eliminar grandes grupos de alimentos, mi mayor preocupación como dietista se reduce a la sostenibilidad de estas dietas, ya que la mayoría de las personas son incapaces de mantenerlas a largo plazo. La restricción también aumenta el riesgo de patrones alimentarios desordenados, que pueden repercutir negativamente en tu diabetes. Los planes de nutrición personalizados, adaptados a las necesidades, preferencias y cultura individuales, son mucho más eficaces para conseguir resultados positivos.
Mito: Los suplementos pueden sustituir a una nutrición equilibrada
Muchas personas con diabetes toman suplementos para reducir su A1C. Aunque no hay nada necesariamente malo en ello, puede convertirse en una preocupación cuando una dieta equilibrada pasa a un segundo plano. Aunque los suplementos tienen su lugar a la hora de abordar deficiencias de nutrientes específicos, no deben considerarse como un sustituto al por mayor de la variedad de nutrientes que se encuentran en los alimentos integrales. Los suplementos pueden aportar nutrientes aislados, pero carecen de las interacciones sinérgicas y el contenido en fibra que encuentras en los alimentos integrales. Confiar únicamente en los suplementos o las bebidas con suplementos ignora los valiosos beneficios de las vitaminas, los minerales y los antioxidantes que se encuentran en las frutas, las verduras, los cereales integrales y las proteínas.
Recuerda que las necesidades nutricionales, las preferencias y el estilo de vida de cada persona son únicos, y que adaptar las recomendaciones dietéticas en consecuencia puede mejorar los resultados de las personas con diabetes. Trabajando estrechamente con un dietista titulado o un profesional sanitario, las personas con diabetes pueden desarrollar un enfoque nutricional realista y sostenible que se ajuste a sus necesidades y preferencias específicas.
Visita FOOD NETWORK para leer el artículo completo. 5 mitos comunes sobre la diabetes que un dietista quiere que dejes de lado
Deja una respuesta