La diabetes tipo 2, o diabetes mellitus tipo 2, es una enfermedad crónica que afecta al modo en que tu cuerpo procesa el azúcar (glucosa) en sangre.
En la diabetes de tipo 2, el organismo resiste los efectos de la insulina -hormona que regula el movimiento del azúcar hacia las células- o no produce suficiente insulina para mantener unos niveles normales de glucosa.
A diferencia de la diabetes de tipo 1, que es una enfermedad autoinmune, en la diabetes de tipo 2 influyen en gran medida los factores relacionados con el estilo de vida y la genética.
Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden provocar graves problemas de salud, como enfermedades cardiacas, lesiones nerviosas, problemas oculares y enfermedades renales.
Comprender y controlar la diabetes de tipo 2 es crucial para llevar una vida sana.
Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 2, pero suele estar relacionada con factores como la inactividad y tener antecedentes familiares de la enfermedad.
Otros factores de riesgo son la edad, la raza y determinadas afecciones, como la hipertensión arterial.
Es importante tener en cuenta que la diabetes de tipo 2 puede darse en personas de todos los tamaños y formas, por lo que es esencial un enfoque del control que tenga en cuenta el peso.
Reconocer los síntomas de la diabetes tipo 2 puede conducir a un diagnóstico precoz y a un mejor control.
Los síntomas más frecuentes son:
Para las mujeres, los síntomas específicos pueden incluir infecciones del tracto urinario, infecciones por hongos y síndrome de ovario poliquístico (SOP).
Si notas estos síntomas, es importante que consultes a un profesional sanitario para que te haga las pruebas y el diagnóstico adecuados.
Aunque tanto la diabetes de tipo 1 como la de tipo 2 implican niveles elevados de azúcar en sangre, sus causas y tratamientos difieren significativamente.
La diabetes de tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el organismo ataca a las células productoras de insulina del páncreas, lo que provoca una deficiencia absoluta de insulina.
La diabetes de tipo 2, en cambio, implica resistencia a la insulina y suele estar asociada a factores del estilo de vida.
Para obtener información más detallada sobre la diabetes de tipo 1, puedes visitar nuestra página sobre la diabetes de tipo 1 y las entradas del blog relacionadas.
En cuanto al tratamiento, no todas las personas con diabetes de tipo 2 necesitan insulina; algunas pueden controlar su enfermedad con cambios en el estilo de vida y/o medicamentos orales.
La cuestión de si la diabetes tipo 2 puede invertirse es compleja.
Aunque algunas personas pueden alcanzar niveles normales de azúcar en sangre mediante cambios significativos en su estilo de vida, es fundamental centrarse en la salud general y no sólo en las cifras.
Unos hábitos sostenibles y saludables son la clave para controlar eficazmente la diabetes de tipo 2.
Para más información sobre este tema, consulta nuestro artículo sobre cómo revertir la diabetes tipo 2.
El control de la diabetes tipo 2 implica un enfoque holístico que incluye:
Navegar por el control de la diabetes tipo 2 puede ser un reto, pero no tienes por qué hacerlo solo.
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